Imagen: El País |
La señal de un avión de la compañía Malaysia Airlines desapareció el pasado viernes 7 de marzo de los radares a las 18.40, hora española. Una hora antes había despegado del aeropuerto de Kuala Lumpur, dirección Pekín, y aún no se sabe nada de su paradero. El avión, un Boeing B-777 con 11 años de antigüedad, no emitió ninguna señal que indicara que algo iba mal y las condiciones meteorológicas eran adecuadas, lo que ha dejado la teoría de un posible sabotaje, acrecentada porque dos de los pasajeros llevaran pasaportes falsos. En el avión viajaban 239 personas, de los cuales 227 eran pasajeros y 12 pertenecían a la tripulación.
Una vez comprobado que un italiano y un austriaco, que figuraban en la lista de embarque, no se encontraban a bordo y sus pasaportes habían sido robados en Tailandia, las autoridades empezaron a investigar la posibilidad de un ataque terrorista.
En las labores de búsqueda participan barcos y aviones de Malasia, Vietnam, Singaput, China, Filipinas y Estados Unidos. El último contacto de los controladores aéreos con el Boeing B777-200 se produjo a 222 kilómetros de la ciudad costera de Kota Bharu, espacio aéreo perteneciente a Vietnam, y puede haber sido avistado a la altura de la isla de Tho Chu, donde un avión de la marina de Vietnam vio dos objetos en el mar que podrían corresponder a restos del B-777. Aún así, la autoridad de aviación civil de Vietnam no puede confirmarlo, ya que estaba demasiado oscuro.
El sábado descubrieron dos grandes manchas de aceite en el mar, de entre 10 y 15 km. de largo. El Gobierno malayo no ha confirmado aún si tienen relación con el aparato siniestrado, pero ha explicado que encajan con el tipo de manchas que producirían los dos depósitos del aparato.
Posible atentado terrorista
El Gobierno de Malasia ha comenzado una investigación sobre la posibilidad de un acto terrorista que sea la causa de la desaparición del avión B-777. Las fuerzas aéreas de Malasia han asegurado este domingo que los registros de los radares militares indican que el Boeing pudo haber dado la vuelta, cambiando la ruta prevista, algo que los pilotos deberían haber comunicado y no hicieron. De esta manera, se ha ampliado la zona de búsqueda a la costa occidental del país, al otro lado del país de donde se supone que desapareció.
"No descartamos ninguna posibilidad", afirmó Ahmad Jauhari Yahya, consejero delegado de la aerolínea Malaysia Airlines, cuando se hablaba de un atentado terrorista. El ministro de Transporte de Malasia, Hishammuddin Hussein, aseguró que las autoridades están investigando cuatro posibles casos de identidad sospechosa. "Al mismo tiempo, ha sido activado nuestro servicio de inteligencia y, por supuesto, han sido informadas las unidades antiterroristas de todos los países implicados", añadió.
Además, las cámaras de seguridad del aeropuerto de Kuala Lumpur están siendo analizadas. El jefe de la fuerza aérea, el general Rodzali Daud, ha afirmado que "existe una clara posibilidad de que el avión diera media vuelta, desviándose de su ruta". Jauhari Yahya ha dicho, sin embargo, que esta maniobra hubiese disparado las alarmas del B-777.
Según la CNN, los dos impostores compraron los billetes con destino a Copenhague vía Pekín a China Southern Airlines, compañía con la que el vuelo de Malaysia Airlines compartía código.
Tampoco se descarta una conexión con el extremismo uigur, una minoría musulmana de la región china de Xinjiang. Varios uigures fueron deportados de Malasia a China en 2011 y 2012 por llevar pasaportes falsos y participar en una red de tráfico humano.
Podría haberse desintegrado
Los investigadores enfocan su búsqueda en la posibilidad de que el B-777 se desintegrara en el aire. "El hecho de que no podamos encontrar restos parece indicar que la aeronave podría haberse desintegrado cerca de los 35.000 pies", explicó a Reuters una fuente que participa en las investigaciones en Malasia. Si el avión hubiese caído al mar íntegro, los equipos de rescate habrían encontrado restos poco dispersos, añadió.
Ana B. Polo
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