jueves, 12 de diciembre de 2013

Bucarest contra los perros callejeros

Trabajadores de una perrera municipal de Bucarest trasladan a dos perros callejeros. | Foto: Bogdan Cristel (Reuters)
Bucarest es una ciudad habitada por dos millones de personas y 60.000 perros callejeros. Después de más de diez años de negligencia por parte de las autoridades, que no han hecho nada eficaz para controlar la población canina y así solventar un problema, ahora pretenden terminar con ellos. Este debate volvió con fuerza el pasado septiembre, cuando un niño de 4 años murió por los mordiscos de varios perros mientras jugaba cerca de un parque. El Parlamento aprobó días después una ley por la que todo ejemplar capturado que no fuera adoptado en 14 días laborales sería sacrificado. A finales de octubre, lógicamente, se veían menos perros por el centro de la capital rumana.

Entre enero y octubre de este año se han registrado 9.700 mordeduras sólo en la capital, según la Autoridad para la Supervisión y Protección de los Animales (ASPA), que obtiene este dato del Centro de control antirrabia. Esta cifra significa que cada mes hay de media 970 ataques de perros a humanos en Bucarest.

Pero, ¿de dónde sale tanto perro? La respuesta apunta a la época del dictador Nicolae Ceausescu. En los años 80 demolió barrios enteros y desfiguró la que una vez fue la 'pequeña París'. Quienes vivían en casas bajas tuvieron que mudarse a los nuevos bloques de pisos, razón por la que muchos perros fueron abandonados. Sin embargo, para las autoridades, esto no es más que un cuento: "El problema es que alimentarlos en la calle es legal. El Ayuntamiento quiso prohibirlo, pero las ONG protestaron". Y para la federación de protectoras, la causa de que siga habiendo tantos es negligencia de las autoridades.

Las protectoras han presionado para que, en vez de matarlos, se les esterilice y gran parte de los bucarestinos las apoyan, ya que ven innecesarios los sacrificios. De hecho, ha habido una fuerte campaña para evitarlos. La red social Twitter está llena de fotos de perros muertos o maltratados donde se acusa a las autoridades de organizar una masacre. "Matarlos en masa no es eficaz", explica Carmen Arsene, presidenta de la Federación Nacional para la Protección Animal. "Entre 2001 y 2008, se sacrificaron 147.000 perros y se gastaron 9 millones sólo en Bucarest, sin resultado. Por muchos que mates, los que sobreviven tienen mayor acceso a la comida y se reproducen más rápidamente". Arsene considera que la única solución es la esterilización masiva, pero denuncia que no ha habido desde 2008 ningún plan real para llevarla a cabo.

Ana B. Polo

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